Bolsa de sangre Por lo general, es necesario conservarlo durante 24 horas después de la transfusión, ya que la reacción a la transfusión suele ocurrir dentro de las 24 horas y no hay reacciones adversas a la transfusión que puedan conservarse sin necesidad de conservarlo más.
El proceso de extraer sangre de una persona y alimentarla a otra se llama transfusión de sangre y se utiliza clínicamente en situaciones como hemorragias quirúrgicas, traumatismos graves, anemia o enfermedades hipoproteicas, infecciones graves y anomalías de coagulación. Para que la transfusión sea exitosa, la Lectina en la superficie de los glóbulos rojos del donante debe corresponder a la Lectina del receptor, es decir, el grupo sanguíneo del donante y del receptor debe ser compatible, de lo contrario los anticuerpos (lectina) en la sangre del receptor atacarán las células sanguíneas del donante y formarán coágulos sanguíneos a través de una reacción de aglutinación.
Por lo tanto, los pacientes deben prestar atención a la coincidencia de grupos sanguíneos al realizar transfusiones de sangre, es decir, el mismo grupo sanguíneo Abo del donante y del receptor, para garantizar que no se produzca una reacción hemolítica. Al mismo tiempo, puede haber fiebre, alergias y otras reacciones adversas después de la transfusión de sangre, en este momento, los familiares deben explicar la situación al personal médico a tiempo y tomar las medidas de tratamiento adecuadas.