Por lo general, no se permite cambiar de médico durante la cirugía.
Esto se debe a que la cirugía es una tarea altamente compleja que requiere una estrecha cooperación y un alto grado de concentración entre el médico y el equipo quirúrgico. Si el médico cambia durante la cirugía, causará una gran interferencia en el proceso quirúrgico y la comunicación entre los médicos, lo que puede afectar negativamente la seguridad de la vida del paciente y los resultados quirúrgicos.
Sin embargo, en algunos casos excepcionales, si el paciente o su familia tienen motivos razonables para solicitar un cambio de médico, la institución médica puede considerar y tomar las medidas apropiadas. Por ejemplo, si se produce un accidente médico grave o una complicación durante la cirugía, la institución médica puede considerar cambiar de médico para proteger la seguridad y los derechos del paciente.
Además, las instituciones médicas también pueden considerar la posibilidad de cambiar de médico si el paciente o su familia tienen requisitos especiales que son razonables desde el punto de vista médico.