La lesión por presión adquirida durante la cirugía es una lesión causada por la combinación de presión o presión y cizallamiento durante la cirugía. Esta lesión suele ser el resultado de una combinación de factores como el suministro insuficiente de sangre a la piel local y el largo tiempo de cirugía. En la cirugía pediátrica, los niños son más vulnerables a este daño porque su piel es más delicada y su capacidad para cambiar de postura y moverse puede verse limitada.
Para evitar lesiones por estrés intraoperatorio adquiridas durante la cirugía pediátrica, los profesionales de la salud deben tomar algunas medidas. En primer lugar, es importante asegurarse de que el niño mantenga la postura correcta durante la cirugía para evitar el estrés local a largo plazo. En segundo lugar, es importante cambiar de postura regularmente y utilizar dispositivos de descompresión como colchones de aire o colchones de espuma de alta densidad para minimizar la presión sobre la piel. Además, los profesionales de la salud deben prestar atención a mantener la piel limpia y seca del niño para reducir el riesgo de fricción e infección.
Además de la prevención física, el apoyo nutricional también es importante para prevenir lesiones por estrés adquiridas durante la cirugía en pacientes pediátricos. Los niños necesitan obtener una nutrición adecuada antes y después de la cirugía para mantener la piel sana. Al mismo tiempo, los profesionales de la salud también deben prestar atención a la salud general de los niños e identificar y manejar oportunamente otros factores que pueden causar lesiones por estrés, como la hipoprotemia.
En resumen, el daño por estrés adquirido durante la cirugía en pacientes pediátricos es una complicación que requiere gran atención del personal médico. Al adoptar medidas preventivas y medidas de tratamiento integral, se puede reducir efectivamente su incidencia y mejorar la calidad de vida de los niños.